
La iniciativa transformó un microbasural en un espacio seguro y educativo, alcanzando a más de 380 niños y niñas de jardines infantiles y una escuela del sector.
Santiago, 22 de agosto de 2025. Con el objetivo de garantizar el derecho de niños y niñas a crecer en entornos seguros y favorables para su desarrollo, Fundación Arcor, la Municipalidad de Lo Espejo y la participación del Comité de Relaciones con la Comunidad de Arcor Chile, inauguraron un proyecto de intervención comunitaria en la población Santa Olga, donde se recuperó un bandejón que anteriormente funcionaba como microbasural para transformarlo en un espacio de juego, educación ambiental y encuentro vecinal.
La iniciativa forma parte del programa de Recuperación de Espacios Públicos (REP) del municipio. El proyecto alcanza directamente a 382 niños y niñas de los jardines infantiles Munay y Mi Mundo en Miniatura, así como de la escuela Alicia Ariztía, todos ubicados en el sector intervenido.
Durante la ceremonia de inauguración, la alcaldesa de Lo Espejo, Javiera Reyes Jara, destacó la importancia de la alianza público-privada en favor de la infancia: “Este proyecto es un ejemplo de cómo, trabajando juntos, podemos mejorar la calidad de vida de las familias y entregar a nuestros niños y niñas espacios dignos, seguros y estimulantes”.
Por su parte, la presidenta de Fundación Arcor, Laura Pagani, subrayó el carácter transformador de la intervención: “Hoy inauguramos un espacio que antes era un microbasural y que ahora está reacondicionado para el uso de la niñez. Este es un claro ejemplo de cómo la articulación público-privada, junto con la participación de toda la comunidad, puede generar beneficios concretos para los niños y niñas”.
En su desarrollo, el proyecto contempló componentes físicos y socio-comunitarios. Entre las obras se efectuó la limpieza del terreno, el retiro de mobiliario en desuso, la instalación de pavimentos y vegetación, además de la incorporación de juegos de piso y una estatua reciclada. Paralelamente, se llevaron a cabo talleres de sensibilización ambiental, jornadas de plantación comunitaria y actividades participativas en las que niños y niñas tuvieron voz incidente, incluso mediante un presupuesto participativo infantil.
La intervención es también parte de la conmemoración de los 10 años de Fundación Arcor en Chile, periodo en el que ha impulsado más de 200 proyectos en 11 regiones del país, capacitando a más de 3.000 educadoras y alcanzando a 22.000 niños y niñas.
Con esta inauguración, se consolida un modelo de cooperación público-privada orientado a la niñez, que demuestra cómo la articulación de esfuerzos puede transformar espacios urbanos deteriorados en entornos seguros, inclusivos y educativos. Una experiencia que refuerza el compromiso de ambas instituciones con el derecho de los niños y niñas a crecer en comunidades que promueven el juego, la vida saludable y el sentido de pertenencia.